jueves, 27 de noviembre de 2008

PONENCIA sobre género


ENTRE BROMA Y BROMA
LA DISCRIMINACIÓN SE ASOMA
Por: LUIS MIGUEL BERNAL
ESTUDIANTE DE SOCIOLOGÍA
DE LA UAM-A

La comunicación y su lenguaje verbal y no verbal en la vida cotidiana es imprescindible. La comunicación son significados culturalmente establecidos, mediante signos. Así, “el lenguaje es un medio de comunicación, pero es también un modo de pensar, una forma de acceder a la realidad que nos rodea mediante su aprehensión, reproducción y, por qué no, interpretación” (Fernández, 1996:44).
Por ello es que sin ella no podríamos trabajar, comprar, estudiar, aprender, enamorar, erotizar, desear. Pero la comunicación también es un arma de poder, de jerarquización, de ofensa, discriminación y violencia.
Al tener significados en común se construyen categorías en las que se crean normas, reglas de convivencia, de conducción y porqué no, el mismo uso del cuerpo, así la categoría de hombre y mujer se ve enmascarada socialmente con lo masculino y femenino —el género—, que restringe libertades de comportamiento. De esta manera la misma sociedad reproduce estereotipos que sirven de “guía” y entendimiento común.
Ser hombre o ser mujer no es lo mismo aquí que en China o Alemania, ni si es el siglo XXI o el XVI. El género, al ser una construcción social, varía en tiempo y espacio, dictando diferentes formas de lo masculino y lo femenino, pero siempre imponiendo la heterosexualidad como lo “normal” y “correcto”, como única vía y modelo de vida posible. Por ello un hombre femenino o una mujer masculina entran en conflicto, son transgresores. Un homosexual, aún peor.
El género se marca desde el nacimiento, en cuanto se sabe qué genitales trae el nuevo cuerpo se usan todas las formas posibles para moldearlos e integrar a hombres y mujeres reales, que cumplan con lo que se espera de los roles previamente impuestos. Carritos o muñecas, el rosa o el azul, pantalón o falda, cabellos cortos o largos, toscos o tiernas, rudos o lloronas, gritos, ofensas, golpes nada es suficiente para la formación del género.
Una de esas formas tan comunes, rudas y violentas, son las bromas, chistes y burlas contra lo “anormal”, esperando, absurdamente, que se regrese al buen camino, si no es por convicción, por lo menos por presión social. En casos como la homosexualidad, tema que me interesa explorar porque aún hoy, en pleno siglo XXI sigue siendo un tema tabú que se cuestiona, si es pecaminoso, patológico o correcto o si es antinatural. Seguimos encontrando personas que se sorprenden de ver a dos hombres dándose un beso o a dos mujeres que confiesen que son pareja. Preferimos ver sangre, asesinatos o escuchar ofensas que abrirnos a la diversidad del amor y al respeto, eso lo dejo como reflexión o transgresión a estas normas, aprovechando que la mesa es de esa transgresión a la producción y reproducción social.


PROHIBIDO DECIR SU NOMBRE

A las personas que sienten atracción sexual y afectiva por personas de un sexo distinto son heterosexuales. Personas que aman y se atraen por personas de su mismo sexo son homosexuales y si esto lo sienten por ambos sexos, son bisexuales.
Si yo pregunto de qué otra manera se le conoce a un heterosexual existirán pocos nombres extras: “normal”, “buga” (en el ámbito gay), “machín”.
Si pregunto nombres para lesbianas, homosexuales o bisexuales, podría pasarme horas nombrándolos: bicicleta, joto, puto, maricón, mayate, tortillera, lencha, marimacha, en fin.
Pocas veces se refiere con el nombre real y correcto, y al hacerlo se le adjudica todo lo que se cree de esa condición sexual[1]. Es más, parecería que se busca suprimir para que no pase. El simple nombre ya es obsceno, asqueroso. No merece ser nombrado, quizá ni exista, es patológico, es una desgracia.
Pero, hagamos un ejercicio, ¿qué pasa si pregunto de qué otra forma se le conoce a una mano? Quizá no salga más de dos formas de nombrarla. Pero si pregunto por pene o vagina saldrán infinidad. Pasa lo mismo. A nadie le cuesta trabajo decir me duele la mano, pero me duele un testículo o la vagina ya cambia todo. No es normal decirlo porque está vedado, es indecoroso, impropio, se marca como grosero.
Desde aquí comienza la jerarquización. Lo que se puede y lo que no. Inclusive podemos decirnos muy abiertos ante la diversidad sexual, pero seguimos riéndonos o nombrando de los múltiples apodos y chistes de homosexuales que pueden hallarse a la vuelta de la esquina. Total todos lo hacen.


ESTIGMA Y DISCRIMINACIÓN

La discriminación apenas comienza a vislumbrarse. Pocos reparamos en ella cuando está tan diluida. Por discriminación se entiende: “una conducta, culturalmente fundada, y sistemática y socialmente extendida, de desprecio contra una persona o grupo de personas sobre la base de una prejuicio negativo o un estigma relacionado con una desventaja inmerecida, y que tiene por efecto (intencional o no) dañar sus derechos y libertades fundamentales” (Rodríguez, 2007:19).
Pero para llegar a la discriminación debemos pasar por el estigma. El estigma de ser distinto, de ser etiquetado, en este caso, como homosexual y así mismo poder ser blanco de cualquier ataque por considerarse, estúpidamente, un ser inferior, un ser raro.
Ya Erving Goffman hacía su planteamiento sobre el estigma y lo describía como una “’categorización social’ en [la] cual, con base a ciertos indicadores aprendidos culturalmente, se crean diferentes categorías, construidas desde lo social colectivo a través de las interacciones cotidianas, en las que se puede agrupar a las personas a través de ciertos rasgos” (Callejas;2005:65).
Estar estigmatizado es estar marcado como diferente y por ello estar desacreditado. Es hacer que sea mayor una característica nulificando lo que es la persona y atribuyéndole, sólo por esa marca una serie de ideas creadas en el imaginario social como adversas y se generaliza, sin siquiera poderlas cuestionar. Seguimos en el binomio: bueno o malo, masculino femenino, blanco o negro, olvidando que entre un polo y otro los matices son muy extensos. Entre el blanco y el negro hay muchos colores que sin uno, no podría crearse el seiguiente.
Pero marcar a otro o a otra es reivindicarme como normal y superior. La normalidad existe porque lo anormal lo delimita.


LAS BURLAS, LOS CHISTES Y EL ESTIGMA

En la comunicación existe el poder. El poder que dan las construcciones sociales como el género. Quizá el poder exista en todas las relaciones sociales de una u otra manera, pero es mucho más evidente en las relaciones de género, donde se impone todo lo masculino y se sobaja lo femenino. Así, todo lo mujeril se ve como inferior. Por ello la homosexualidad masculina es más señalada porque se cree que los hombres se sobajan a ser femeninos, renuncian a su poder de machos y traicionan la hombría. Las mujeres homosexuales (lesbianas) tienen una menor discriminación —menor no significa que no exista— porque sus acciones se leen como una mujer que quiere subir de estatus e intentar ser masculina. Esto sigue, aunque no todos los homosexuales seamos femeninos, ni todos los heterosexuales sean completamente masculinos. Ni todas las lesbianas sean masculinas, ni todas las heterosexuales femeninas. Pero es lo que se nos enseñó desde siempre, a tipificar, a encasillar, a creer sin cuestionar, a verlo normal y natural.
También se enseñó que las mujeres debían ser sumisas, calladas y trabajar sólo en el hogar y los hombres mantener a la familia, ser poco emocionales y hasta violentos. Se nos dijo que había roles específicos que marcaban una diferencia y asimetría en las relaciones, se pone una arriba y otra abajo.
Por fortuna todo esto es sólo un ideal que va en decadencia y cada vez se cuestiona más y se abren los caminos de la igualdad y la equidad.
La homofobia al ser una construcción social es, por ende, absorbida e interiorizada por todos y todas, homosexuales, bisexuales y heterosexuales. Por más apertura que tengamos y respeto que demos, estamos permeados por ella en mayor o menor grado. Seguimos cayendo en la discriminación que cada vez es más fina e imperceptible, casi invisible.
Por homofobia se entiende “el odio, aversión, temor o prejuicio irracionales contra las personas que son o parecen homosexuales” (Collado; 2007:44). ¿Acaso la burla no es marcar prejuicios y reproducirlos? Lo es, pero aún así nos reímos con algunos chistes que se cuentan en todas partes, desde los medios de comunicación, las platicas cotidianas con familiares o entre amigos, incluso entre los mismos homosexuales, que siguen reivindicando los mismos modelos de sobajamiento, encasillamiento o sumisión del homosexual al que se le cree siempre amanerado, estilista, siempre en busca de hombre, siempre pasivo sin sueños, acosador de hombres, enfermizo, tendiente al sida, problemático, drogadicto.
Dichas categorías no son malas ni buenas, simplemente son y existen. Dentro de la humanidad la diversidad es tan amplia y nosotros absurdamente la seguimos reduciendo a un concepto, a unas cuentas imágenes; sin abrirnos a la posibilidad de la acción individual, del matiz que cada persona quiera imprimirle. Como sociólogos debemos abrirnos a la realidad. Abrirnos a ella, no significa estar de acuerdo, significa no prejuiciar, sino conocer, saber que existe, que hay mucho más, no nulificarla, porque sería reducir la vida misma, y sólo observar o estudiar lo que nos es común o similar.
Siempre he creído que si una persona rompe la regla, la generalidad ya no existe. Podemos sacar tendencias, más no totalidades. No uniformidades. Nuevamente lo dejo como reflexión.
Toda categoría que creamos, encasilla, predispone en la escala social y lo que empezó como una discriminación, termina siendo un conjunto de ellas, si eres mujer, indígena, lesbiana, la discriminación es por partida triple.
“Yo no discrimino” afirman algunos, y salimos a la calle y aún miramos con recelo a los homosexuales, o entre bromas se crean apodos, chistes que creemos inofensivos. Sin pensar que todo lo aprendido está presente causándonos gracia los estigmas que dejamos caer. Porque al reírnos de alguien o algo es porque lo creemos inferior, burdo, digno de reírnos abiertamente de él. Incluso eso reivindica mi normalidad, porque la normalidad es validada porque existe la anormalidad.
Pero ¿cómo vamos a cuestionar la risa si no se daña a nadie? No es un golpe, no es un grito, pero sí nos coloca en un estatus de poder que determina que, la forma incorrecta de vida de la persona en cuestión, es risible. Incluso, reírnos, es peor, porque no hay conciencia de lo que implica. Al considerarlo broma, o chiste, se define como “amigable”, “pasajero” y uno se tiene que aguantar.
Incluso muchos homosexuales, entran en el juego al creerse aceptados mediante la risa que ellos mismos propician. Prefiero una risa, a un golpe, pareciera ser el pensamiento, sin caer en cuenta que el desprecio se hace presente, las barreras de integración se marcan y se busca aislar al “raro”, pero se le hace creer que está dentro, que se le tolera, que se le “acepta”, que nos reímos con él y no de él.
La risa reivindica los papeles de control, e incluso, relega y silencia, porque el homosexual debe seguir oculto, nulificado, para no ser el objeto de risa. Es más, los “verdaderos hombres” en su delirio de mostrar a cada momento su machismo rascándose los genitales en público, hablando más fuerte, piropeando a cuanta mujer pase a su lado, ser rudos, violentos, deben hacer ellos mismos las bromas para que no se dude de su hombría (que es lo más nefasto que puede pasarle a un machista-homofóbico).
Las risas-burlas de uno(s), pueden ser el acoso de otro(s).
Recuerdo mucho un seudochiste que me llegó por mail. Porque, ahora la discriminación se manda también por mail y circula día a día y se reenvía en cadena, porque, además, hay que compartir algo tan humorista.
El dichoso chiste cuenta que un padre llega a casa, llama a su hijo y no le contesta. Entra a su cuarto y sobre la cama hay una carta. El padre asustado la abre y en ella se lee una despedida. El hijo le dice que se ha ido de la casa porque es homosexual y se va con su novio que está lleno de piercings y tatuajes, ambos usan drogas, son promiscuos, hacen orgías, y violan niños. Como el hijo sabe que su padre reprobará todo esto, decidió irse. El padre bastante impresionado estaba a punto de dejar la carta cuando alcanza a leer que había un P.D., el cual decía que todo es una broma y que en realidad estaba toqueteando a la vecina que está bien buena y ya le traía hartas ganas pero que adjunta su boleta de calificaciones donde se ven sus materias reprobadas, para ello escribe esa carta, para hacerle ver a su padre que hay cosas peores que unas cuantas cuántas materias reprobadas.
El “encantador bromista” se ríe de su ingenio, porque ¿cómo su padre podría dudar de él que es tan machín y anda manoseando mujeres y viéndolas sólo como objetos sexuales?
Ahí termina el “gracioso” chiste estereotipante, donde la homosexualidad se reafirma como perversa, como lo peor que alguien puede vivir, en la que cualquier familia desearía no tener a un homosexual entre ellos, en la que se usa a las mujeres y se les ve como objeto sexual, porque eso es de hombres, eso sí es normal.
¿Eso nos hace reír? Porque la discriminación es el reflejo de la sociedad que la contiene y revela los prejuicios que alberga, los tabúes no resueltos, la ausencia de leyes que respalden y protejan, la falta de análisis, la ausencia de empatía y una total desigualdad. En esta practica hay dos vías: suprimir o mencionarlo sólo para reír y, con esto, hacer creer que se menciona, se incluye.

“Si no podemos sentir indignación ante un mail así, será muy difícil crear un cambio hacia el respeto y la igualdad. Puede sonar gracioso de entrada. Pero reflexionemos, también es gracioso y dignificante para aquel que grita “putos” en la calle. También es gracioso para aquel que es capaz de agredir y hasta matar a un homosexual. Son niveles que crecen. La “broma” es únicamente el principio de la avalancha.
Nos debe quedar claro que la discriminación y la violencia no llegan con el letrero de ¡PELIGRO! La discriminación y la violencia llegan envueltas de belleza, de juego. Comienzan con risas y bromas que lo único hacen es reafirmarnos que hay que reírnos de la diferencia, ofenderla, suprimirla, combatirla” (Bernal; 2008)

¿Muerde almohadas, sopla nucas, manita, putito, nenita, lilos, marica, maricón, rarito, tortillera, funda, hombruna, manflora, y a los que discriminan cómo debemos llamarlos? La risa es el inicio de un ciclo que reivindica la violencia y la reafirma.
Razonemos más, discriminemos menos.


BIBLIOGRAFÍA

BERNAL, Luis Miguel (2008): “La discriminación hoy se manda por mail” en
www.anodis.com Consultada el 27 de septiembre de 2008.
CASTAÑEDA, Marina (2007): El machismo invisible regresa. Taurus, México, 382pp.
CALLEJAS Fonseca Leopoldo y Cupatitzio Piña Mendoza (2005): “La estigmatización social como factor fundamental de la discriminación juvenil” en El Cotidiano. México, UAM-A. Noviembre-Diciembre, pp. 64-70
COLLADO, Fernando del (2007): Homofobia. Odio, crimen y justicia, 1995-2005. Tiempo de Memoria Tusquets Editores, México, 273 pp.
RODRÍGUEZ Zepeda, Jesús (2007): ¿Qué es la discriminación y cómo combatirla?. CONAPRED, México, 61 pp. Cuadernos de la Igualdad, No.2
VARGAS Ruiz, Rodrigo (2003): Pétalos y espinas. Hombres gay y relaciones de pareja y violencia. Elaleph, Buenos Aires, 215 pp
* Doceavo trimestre sociología de la educación, UAM-A. Columnista de Enkidu Magazine, anodis.com, ALPsI A.C. y Las Genaras. Mail: luismiguel@enkidumagazine.com
[1] El término condición sexual se me hace aún más amplio porque incluye esa orientación sexual que para mí es de nacimiento —bi, homo, heterosexual—, y su construcción social, la aceptación o represión que exista, las imposiciones que se tengan. La aceptación que cada individuo se dé y si se permite o no vivirlo libremente.
** imagen 1 tomada por Actores Sociales de: http://www.paho.org/Spanish/DD/PIN/ahora13_sep05.htm
** imagen 2 tomada por Actores Sociales de: http://www.caracolsida.org/

lunes, 24 de noviembre de 2008

ARTÍCULO sobre promoción de la lectura


LA BIBLIOTECA COMO PROMOTORA DE LA LECTURA

Antropólogo Jorge Ramírez Soriano

Por muchos medios escuchamos que los mexicanos no leemos y que nuestros índices de consumo de libros es de tal, o cual porcentaje, como si fuera una dieta de consumo de calorías, empero, quienes lo señalan bien valdría la pena que como jueces iniciaran por su propia casa; en tal situación correspondería preguntar que es lo que han hecho ellos, no en la sociedad, pero si en su entorno, con familiares y amigos, en torno al libro y la lectura: ¿Cuántos libros han recomendado a la semana? bueno… ¿Al mes? ¿O es acaso que también se encuentran en las estadísticas de los alectos? la reflexión ahí se las dejo.

Para llevar a cabo un comentario sobre el tema, vale la pena hurgar un poco de manera personal, sin tanta profundidad sobre las ideas que tenemos en torno al libro y la lectura; en tal caso, podemos iniciar una aproximación sobre las ideas que tenemos de lectura, por ejemplo: cuestionarnos: ¿Qué ideas tenemos de los textos impresos? ¿Libros, cuentos, diccionarios, anuncios, revistas, periódicos, recetarios, propaganda, etc.? ¿Qué otras imágenes tenemos de la biblioteca de la escuela? ¿Cuál es el valor que le otorgamos al libro y a la lectura?

Para muchos de nosotros, la biblioteca escolar, pública o personal, es un espacio de crecimiento continuo, de interacción entre la duda y el conocimiento, entre la búsqueda y el hallazgo, entre la recreación, placer y saber; en otros, es sinónimo de aburrimiento, sueño, y pérdida de tiempo.

La biblioteca, es el mejor ámbito de promoción de la lectura. Es el espacio ideal para la reflexión, la creación y la interacción con otros y con los otros, donde se encuentra colaboración de otros sujetos a distancia y a destiempo, algunas veces autónomos, otras en colectivo, todos son participativos, críticos, capaces de regalarnos sus saberes, ponerlos en práctica y aplicarlos a nuestro lado, etcétera. Ahí se encuentran esperando nuestra llegada.

En este contexto, nuestro actuar en una biblioteca va desde: ser orientados, conocer, descubrir, crecer; estos verbos reflejan la tarea que podemos emprender desde el interior de ésta. Para ser beneficiarios de la acción de promoción de la lectura desde la biblioteca, requerimos de una inversión de tiempo, de voluntad, de ideas y sobre todo responder sencillas interrogantes:

¿Cómo acercarnos al libro cuando siempre estuvo fuera de nuestro alcance?

¿Cómo construir un tiempo y un espacio para leer, cuando nunca nos lo crearon?

¿Qué libros elegir, si no tenía opciones?

¿Qué estrategias aplicar, cuando se aprendió a leer para ser promovidos?

El objetivo del presente es reflexionar juntos sobre estos asuntos para encontrar algunas acciones que potencien la promoción de la lectura y del libro desde la biblioteca.

Presento algunas ideas que pueden convertirse en estrategias para dar respuesta a las anteriores interrogantes y contribuir de alguna manera al acercamiento a la lectura y a los libros, no con el afán de disminuir las estadísticas, porque es lo que menos interesa, pero si, para encontrar otras maneras de vivir y de ver el mundo que nos rodea, así por ejemplo, podemos citar algunos momentos que bien vale la pena poner en práctica: Por qué no empezamos por seleccionar el material de lectura, los hay con propuestas de niveles de lectura muy elementales, es un buen comienzo, luego promover su lectura llevando a cabo ésta en voz alta o fomentar la participación de la familia practicando la coolectura, claro está, tenemos que llevar las adecuaciones que requiera cada caso.

Qué estrategias podemos utilizar en la promoción de lectura.

De manera general puedo afirmar que son una serie de acciones orientadas a incentivar, desarrollar y consolidar un comportamiento lector. La aplicación de una estrategia será particular en la medida que responda a una determinada necesidad y a un contexto específico; -esto quiere decir que se circunscribe a los requerimientos del lector- requiere de una planificación previa que responda a la satisfacción de la necesidad y de la inversión del tiempo disponible y de cierta flexibilidad que permita realizar ajustes durante su desarrollo que garantice una acción eficaz. Promover la lectura supone un compromiso de continuidad para que los involucrados puedan explorar distintos textos y se familiaricen en su proceso.

Hay que considerar que además de la tarea de nosotros como promotores, la participación la familia en su conjunto resultan clave en la formación de los nuevos lectores, porque nosotros como adultos representamos el modelo a imitar, ante la mirada de los pequeños.

Empecemos por decir que para invitar a leer debemos estar implicados de alguna manera con el texto. Toda lectura se construye sobre una base de conocimientos previos. Hay que encontrar la forma de engarzar la obra, su contexto, el autor o el tema y los lectores, de acuerdo con los saberes previos, los intereses del lector y el tipo de texto, por tanto podemos distinguir cuatro prácticas de lectura:

ü Mecánica: corresponde a la capacidad de hilvanar las palabras en una sucesión lenta y poco coherente, que posiblemente identifiquemos con los que apenas inician con esta habilidad, no desesperemos.

ü Funcional: permite resolver algunas exigencias cotidianas y comprender textos no muy complicados que son frecuentes en nuestras vidas, como cartas o instructivos, es un buen inicio.

ü Instrumental: se encuentra orientada a buscar determinada información con la finalidad de solucionar un problema o vacío de información, se practica mucho en la escuela.

ü Analítica: no sólo reflexiona sobre lo que el texto dice, sino acerca de cómo lo dice y con qué intención, podemos decir que nuestro nivel es el ideal.

Conociendo estos cuatro niveles de lectura, podemos identificar en cuál de ellos nos encontramos, esa podría ser una situación que por el momento sea intrascendente, lo importante es responder ahora a la siguiente interrogante:

¿Cómo formar lectores competentes?

Bueno, aquí podemos encontrar algunas pistas sencillas como estas: Un campo ideal para potenciar la lectura nos lo proporciona el llevarla a cabo en voz alta -cuentos cortos, en las que aparecen tramas sencillas-. Si domina la mecánica de la lectura, pronto se sentirá envuelto en la obra y, casi sin darse cuenta, llevará al escucha a sentirse como uno de los personajes, lo que le permitirá acumular pistas para comprender el texto.

¿Entonces cual es el Rol del promotor como mediador de la lectura?

La lectura es una actividad eminentemente social porque se asocia con imágenes del entorno, o producto de la imaginación. El libro por si solo se encuentra con una serie de elementos que son invisibles al lector –nos dice Frank Smith- por otra parte, detrás de cada obra hay una trama de relaciones sociales que hicieron posible que ese libro llegara a sus manos: que van desde el autor, el editor, la librería, luego convertirse en el regalo de un amigo, la elección de un docente, la visita a una biblioteca, la recomendación de un compañero y, por supuesto la mano del bibliotecario que orientaron la elección.

Por todo esto, el rol que podamos jugar resulta importante como mediadores, invitar con gusto a la lectura siempre será mejor que los mandatos, los sermones o cualquier slogan. La mejor invitación viene a ser el ejemplo. No olvidemos que los niños tienden a imitar todo aquello que hacen los adultos a quienes admiran y quieren. En este sentido, algunas de nuestras actitudes pueden ser clave para despertar el deseo de leer que se relacionan con las siguientes reflexiones

ü ¿Tenemos inclinación a la lectura?

ü ¿Poseemos entusiasmo por comunicar esta inclinación?

ü ¿Poseemos capacidad para observar las reacciones que se producen en los lectores ante los diversos tipos de textos?

ü ¿Tenemos curiosidad por conocer los gustos y preferencias de los lectores a través del diálogo?

ü ¿Contamos con interés por la literatura infantil y juvenil y cuanto contribuye a enriquecer su difusión?

ü Tenemos disposición sincera para leer, narrar, comentar y recomendar libros.

Siempre habrá más que decir sobre el tema, pero espero que estas ideas nos ayuden a entender por qué se dice que en México leemos poco. ramzsorj@hotmail.com

Foto: Nancy Ortiz


jueves, 20 de noviembre de 2008

CRÓNICA de Bochil Chiapas



Y por fin, estamos en Bochil
Por Octavio García Hernández
Lic. Sociología por la Universidad Veracruzana

Para poder llegar al municipio de Bochil localizado en la región norte del estado de Chiapas, hay que abordar una urban en la TTT (Terminal de Transferencia de Tuxtla) a un costado del “Mercado de los ancianos” y sitio en donde parten los servicios a los demás municipios del estado. Pagando 35 devaluados y después de hora y media de curvas y más curvas, pasando por el Cañón del Sumidero, Chiapa de Corzo, Ixtapa, y Soyaló, llegas a la cabecera distrital. Cabe decir que el camino es de paisajes impresionantes sobre todo si subes durante el atardecer, este cielo chiapaneco conjunta una gama intensísima de azules y rojos durante esas horas del día. De igual forma sorprende, ahora si para bien, el estado de la carretera, siendo federal está muy bien diseñada, señalizada y pavimentada, esto no es casualidad, si lo comentas con los pobladores te dirán q obedece a dos cosas, una a que después del “conflicto” prácticamente todos los servicios se mejoraron en esta zona, y otra es que, en efecto; el ejército requiere de buenas carreteras para que puedan transitar constantemente sus unidades llenas de elementos militares, y es que pasando Chiapa de Corzo, la presencia militar se vuelve una constante.

Así como me lo habían platicado, imaginaba este lugar francamente más jodido y más pequeño, sin embargo prácticamente toda la cabecera municipal está pavimentada, hay servicio telefónico residencial, buena recepción de telefonía celular, TV cable ( es pirata, acá unos listillos se roban la señal de Sky y ese es el servicio de cable, por 140 pesos gozas de 40 canales entre ellos HBO y Movie City! Aunque, lástima, no ofrecen canal 22, canal once ni CNN ) hay mini súper y mueblerías locales, zapaterías, clínica del ISSSTE y un hospital de IMSS tamaño medio bastante presentable y que ofrece el servicio a toda la población que compruebe residir en el municipio independientemente de si gozas de algún otro servicio médico, todo en un radio no mayor a 2 Km cuadrados y sorpresa, en este pequeño espacio que recorres de lado a lado en menos de media hora a pie, existen: Urbans, taxis y bicitaxis!! Si! Y lo mas sorprendente es que la gente los aborda! Señoras para ir al mercadito, niños para ir a la escuela, el taxi te cobra 10 pesos a donde vayas, bicitaxi 3 y urban 4 pesos, lo anterior ocasiona que caminar se vuelva peligroso porque con tal cantidad de autos (aparte acá mucha gente posee auto, sobre todo funcionarios de distintas dependencias que han tenido que venir a residir aquí y están acostumbrados a su uso) y lo angosto de las banquetas, pues hay que andar a las vivas. De lo único que si se carece es de sucursales bancarias (dirán los dueños del dinero que quien chingados querrá ahorrar en Chiapas o tal vez teman que ante un nuevo levantamiento vayan en primera instancia sobre sus sucursales bancarias) y eso sucede en toda esta zona norte del estado, en Bochil solo hay una pequeñísima sucursal de banorte cuyo cajero siempre está abarrotado y que te cobra 8 pesos por retiro independientemente de lo que te cobre tu banco (en mi caso, banamex, te cobra 20 pesos por retiro en cajero ajeno!, Hijos de su…)

La vivienda tampoco es tan fácil de encontrar ni tan barata como me aseguraron, hay muchos cuartos para gente sola pero casas lo que se dice casas no, como me traigo a mi familia yo necesitaba una de esas y encontré una a muy agradable a solo dos calles de mi trabajo con 2 recamaras sala, comedor, cocina, baño dentro (que ya es ganancia, acá se acostumbra el baño afuera) y mega patio trasero, todo en arquitectura tipo “rancho” y por 1500 al mes, y pues ahí estoy y para no extrañar vivo en el Barrio Orizaba, que hasta el momento nadie me ha sabido decir porque se llama así.

Si has vivido en una ciudad media o grande te cuesta trabajo adaptarte a vivir en estas condiciones, me refiero a que no hay cafeterías, librerías, samborns, chedrauis, sorianas, etc. no llega el periódico nacional solo uno de Tuxtla que se llama Cuarto Poder y eso a veces, siempre ves a la misma gente, no hay oferta cultural…en fin no convives con cosas que en otro tipo de lugar pudieras encontrar, sin embargo se agradecen y disfrutan otras mas como el hecho de que acá no hay prisas, tienes mucho tiempo para pensar, leer, escribir, andar, observar, conversar, verdaderamente se nota la diferencia en el aire que respiras, el agua con la que te bañas, es como decía mi amigo Choco Milk, una especie de retiro espiritual (sin iglesia, claro, aunque si quieres acá digamos q abundan, hay tres de buen tamaño y varias capillas ).

Cantinitas muchas, pero sin espíritu, digo, como algunas de Orizaba, depósitos de cerveza también varios… y barata. Modelo y Cuauhtémoc ambas en toooodas sus presentaciones, así; supongo que cuando el espíritu lo requiera esa será la opción, los depósitos ya que dicen, las cantinas a cierta hora suelen tornarse peligrosas; se acostumbra mucho el cuartito o si no quieres alcohol te vas al parque central a disfrutar de un pozol de cacao o blanco oyendo música, claro está de marimba chiapaneca. En estos lares pega duro también la banda y eso del pasito duranguense, afortunadamente ya no más Juniors Klan, Zenvers, Jaime Villalobos ni nada que se le parezca, acá ni los conocen. Otra cosa que notas de inmediato y que es de agradecerse es que dejas de notar el color rojo en todas las instalaciones, programas de televisión y propaganda oficiales.

El clima es de montaña, aunque salga el sol es frío pero soportable, lluvioso en estos meses pero una lluvia fina, similar a la de Orizaba clima que te invita a un buen café, claro, chiapaneco, orgánico, cultivado y comercializado por alguna de las varias organizaciones indígenas que en esta región se dedican a la industria del café

Desde Bochil puedes abordar taxis o urbans que también, por 35 pesos te llevan a San Cristóbal de las Casas en poco mas de hora y media disfrutando de un paisaje distinto al que te lleva a Tuxtla, así como de otras cosas, como algunos municipios autónomos zapatistas y la Junta de Buen Gobierno de San Andrés Sacamch'en de los Pobres, pero eso será motivo de otra crónica.

Colaboración de
Octavio García Hernández
Desde Bochil, Chis
11 noviembre de 2008

lunes, 17 de noviembre de 2008

ARTÍCULO sobre muerte de Mouriño

La cuestionable muerte del número dos

Úrsula Alanís Legaspi, socióloga de la UAM



Con las muertes del Secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño Terrazo y del ex titular de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada, José Luis Santiago Vasconselos, la administración de Felipe Calderón recibió dos golpes certeros en un solo día.

Las especulaciones en torno a la muerte de estos dos emblemáticos personajes del calderonismo han comenzado a formar parte de las conversaciones cotidianas de los mexicanos.

¿Accidente o atentado? Es la pregunta que más de uno se ha hecho, después de que el jet en el que viajaban se desplomara en las Lomas de Chapultepec de la Ciudad de México, sin aparente razón alguna, puesto que era una aeronave, que nunca antes había presentado problema mecánico alguno.

Desde su llegada a la silla presidencial, Calderón se propuso como meta máxima, aniquilar el crimen organizado y ofrecerle a los mexicanos una nación segura, libre de cualquier clase de peligros, como sus spots nos lo han hecho saber en repetidas ocasiones.

El esclarecimiento de los hechos se antoja más que necesario, si se toma en cuenta la oleada de muertes y violencia que ha aquejado al país en los últimos meses. No hay parte del territorio nacional en el que no se haya derramado una gota de sangre.

Pensar que un hecho de esta magnitud, la muerte del número dos del presidente, no tenga relación alguna con venganzas e intimidaciones provenientes del narcotráfico o de fracciones políticas, incluyendo las de su propio partido, inconformes con los arreglos e instrumentaciones que supuestamente debían tener como prioridad el desarrollo político de México, es una consideración que no debe descartarse, si se toma en cuenta que los actuales dueños del país, la clase política y las células delictivas, han demostrado en más de una ocasión su ‘eficiente capacidad’ para aniquilar a sus más férreos contendientes.

La muerte de Mouriño es, sin duda alguna, la baja más sensible del círculo directo de Calderón, quien desde los funerales de este cuestionable personaje, no ha dejado de exaltar sus más apreciables cualidades. Desde su perspectiva, Mouriño era el ejemplo perfecto del buen político: sagaz, inteligente, estratega, comprometido, en fin un patriota único e irrepetible, lo único que el señor presidente olvidó decir, por obvias razones, pero que el pueblo tiene más que presente, fue que su ‘mano derecha’ también fue un orquestador importante de la más que discutida reforma energética, que entre líneas tenía por objetivo primordial vender a inversionistas extranjeros, la paraestatal más rentable del país: PEMEX.

Día a día, el estado de guerra en el que ahora nos encontramos se torna más violento; ahora cómo se supone que la ciudadanía debe analizar la muerte de Mouriño, como una venganza del narcotráfico o de la élite política, o como un simple accidente producido por una falla técnica.

Bajo este escenario, se puede sospechar que el Gobierno Federal no dará marcha atrás a su obsesivo deseo de aniquilar a sus enemigos, ya sean políticos o criminales, que, al fin y al cabo, comparten características similares.

jueves, 13 de noviembre de 2008

ARTÍCULO sobre Educación y democracia

R e v i s t a E l e c t r ó n i c a d e E d u c a c i ó n A ñ o 5 N o . 4 8 N o v i e m b r e - D i c i e m b r e 2 0 0 8


EDUCAR PARA LA DEMOCRACIA

Manuel Hernández Pérez

Sociólogo e historiador, Profesor de la Facultad de

Sociología-SEA de la Universidad Veracruzana


Introducción

Para que exista una verdadera participación democrática se necesita formar y educar ciudadanos. Esta es una tarea que le corresponde a la sociedad entera, pero para realizar esta gigantesca labor, es preciso tener en cuenta el contexto económico, político y socio-cultural en donde se desea llevar a cabo. Mucha de la indiferencia que se vive en la actualidad por parte de los jóvenes (secundaria, preparatoria, universidad) es provocada por la cultura a la carta que se vende por televisión y por los medios electrónicos (Internet, señal satelital, televisión); donde se difunde la idea de una vida fácil, donde no importan los demás, sino, sólo satisfacer sus propios deseos y metas. Esto deriva en un individualismo que no permite una convivencia tolerante y plural de las demás ideas y formas de vida.

Muchos espacios de la vida pública han caído en la trampa de aquella premisa consumista: “Consumir para ser más importante”. Esta situación es constatable en la forma que actúan los jóvenes estudiantes ante las exigencias de sus comunidades para participar e involucrarse en la transformación social. También se nota en el tedio que muestran a participar en actividades comunitarias y de compromiso social. Muchos ni siquiera acuden a votar y sienten una aversión hacia los partidos políticos.

La poca participación de los jóvenes en la vida pública, se debería entonces a razones que tienen que ver con la cultura que aprenden donde viven y también a que las instituciones encargadas de promover una cultura participativa y democrática (escuela, familia, autoridades) no practican los valores de la democracia. Desde mi punto de vista el dicho aquel que sentencia “Las palabras vuelan pero el ejemplo arrastra”, sigue siendo válido; podemos dar cursos o talleres, elaborar proyectos muy bonitos, pero si institucionalmente no se vuelven norma, hábito y costumbre, la participación quedará en lo electoral y lo inmediato. México requiere de instituciones fuertes, no de grupos dispersos por todo el país, gritando que debemos ser más democráticos; mientras México no sea un país de leyes e instituciones y éstas no se respeten, todo seguirá siendo “Una voz que clama en el desierto”.

A continuación presento algunas reflexiones acerca de la relación entre educación y democracia y la importancia que tienen para que nuestras comunidades tengan mejores condiciones de vida.

La importancia de educar para la democracia.

El filósofo español Fernando Savater plantea que los peores enemigos de la democracia es la conjugación de la miseria con la ignorancia y agrega al respecto: “…No puede haber una auténtica democracia si no hay personas capacitadas para manejarla de forma crítica, para usar sus garantías, para utilizar sus instituciones, para exigir de los gobernantes la limpieza y la adecuación a sus funciones que naturalmente hay que pedirles. Entonces, la educación es aquello que permite utilizar la democracia” (Savater; 1995).

Esto que nos plantea Savater es nodal, porque nos convoca, a quienes nos dedicamos a la docencia, a meditar acerca del papel que desempeñamos en la formación de los futuros ciudadanos que respondan a los problemas y retos de una “sociedad moderna” y con la capacidad de comprender las razones de los demás con los cuales convive.

Debemos tener en cuenta que la democracia no es un elemento natural, sino que, es un producto de relaciones sociales, que se va construyendo y que por lo tanto hay que enseñar a los ciudadanos a utilizarla y darle buen uso y creo que allí reside la importancia del papel que desempeña el maestro, establecer las condiciones para que la democracia se desarrolle entre sus alumnos. De allí deriva que tenemos que concebir a la democracia como un instrumento o herramienta que ayuda a cambiar nuestra realidad, pero esto dependerá de cómo sea utilizada. Y como la democracia no resuelve por si misma todos los problemas, los ciudadanos deben prepararse para exigir sus derechos, pero también para respetar las normas, leyes y también conocer los mecanismos para elegir a las personas más idóneas para representar sus intereses.

La democracia no puede resolver todo los problemas que existen en nuestra sociedad, pero también debemos recordar que para solucionar cualquier problema debemos de partir de principios democráticos y aquí la educación vuelve a aportar su granito de arena, al formar ciudadanos que racionalmente valoran y sopesan su participación en la sociedad donde les toca vivir.

Por ello para que la educación que se imparta sea una educación para la democracia, ésta tiene que ser crítica, no puede reducirse a una trasmisión de una serie de esquemas dogmáticos o canónicos. Los temas, que siempre debemos defender y no dejar de lado, serían aquellos referentes a los derechos humanos, a los valores fundamentales que tienen que ver con la paz, la tolerancia, la justicia, la igualdad, ser solidarios; en esto siempre debemos ser tenaces. Por ello toda sociedad educa a las futuras generaciones en aquellos valores que desea perpetuar, que la ayudan a reproducirse sin dañarla.

La democracia como proceso socialmente construido.

Para que la democracia se dé, también tiene que haber una educación democrática y ésta se construye, no se da de forma natural o por generación espontánea, es resultado de una intrincada red de relaciones e interacciones sociales.

La mejor manera para aprender a ser democráticos es aprendiendo de los demás, sobre todo cuando de enseñar prácticas democráticas a los niños o jóvenes se trata. En primer lugar estarían los políticos, que con sus prácticas mandan mensajes cifrados o muy evidentes de cómo se debe actuar en la vida pública, en segundo lugar estarían los medios de comunicación, pues tienen un papel central en la forma en que se trasmiten los mensajes hacia la población y de ellos depende que sean lo más objetivos posibles para que ayuden al ciudadano a crearse una opinión más cercana y veraz de los problemas sociales.

También las personas aprenden a ser democráticos viendo que los demás se organizan para resolver sus problemas cotidianos. Pero la escuela también tiene una responsabilidad en la construcción de la democracia, sobre todo en tiempos difíciles como los relatados en la introducción de este trabajo, Gilberto Guevara Niebla nos lo plantea de la siguiente manera:”Pero creo también que la escuela tiene un papel importante en la educación de los ciudadanos, y que una escuela -preescolar, primaria, secundaria- como la universidad, forma líderes, y debemos preocuparnos por que forme líderes democráticos. Nos preguntamos cómo formar en la universidad líderes democráticos, aquí hay que resolver varios problemas: primero necesitamos que la universidad genere conciencia ciudadana, es importante no negar que a nivel universitario los educadores tenemos una responsabilidad –en preparatoria sobre todo pero también en la licenciatura- ya que está ocurriendo algo con los jóvenes que cada vez posponen más su ingreso a la madurez, a la vida ciudadana; lo que tenemos son unos jóvenes de los que se habla de una especie de complejo de Peter Pan, o sea los niños que quieren ser siempre niños, que cumplen 18, 20, 22, 25, 30 años y quieren seguir siendo niños, seguir viviendo en casa de papá y tener la protección de papá y mamá porque tienen miedo; este es un fenómeno actual, y lo que ocurre en realidad es que esta infantilización va asociada a muchas otras cosas” (Guevara;2005). El tipo de inteligencia de los jóvenes de hoy es más dúctil y con mucha facilidad cambian los patrones de conducta dependiendo de sus intereses y necesidades y no tanto como respuesta a los requerimientos de la sociedad donde viven.

El principal problema que se enfrenta al momento de iniciar esta empresa de educar para la democracia, es que nuestra sociedad y el sistema educativo son de corte autoritario, algunos analistas de este sistema en México nos plantean que desde la primaria hasta la universidad existen elementos adversos para impulsar este proyecto, donde se forme y eduque a los futuros ciudadanos en los valores de la democracia (Ornelas, 1997; González, 2001). Existen relaciones sociales que determinan la producción y reproducción del conocimiento en los centros educativos, las relaciones del maestro con la burocracia institucional, la dependencia y control por parte de los sindicatos, las relaciones con el entorno que rodea al trabajo docente, los malos salarios, la figura que ha creado el imaginario colectivo estatal en torno a la figura del maestro, como constructor de la nación e impulsor del desarrollo, pero que en ocasiones no cuenta con lo mínimo para realizar sus labores. Ello no quiere decir que no existan personas que estén formando con los recursos que tienen a la mano para educar en la democracia, en la realidad encontramos a maestros, padres de familia, instituciones, ONG´s, involucradas en esta causa. Pero lo que no podemos dejar de lado al momento de pensar cómo educar en la democracia, es que, este proceso es una construcción social, donde entran muchos actores y circunstancias, de lo contrario cualquier proyecto fracasará.

El reto que hoy se nos presenta tiene que ver con la necesidad de revisar como está funcionando el sistema educativo en su conjunto y también revisar el tipo de democracia que queremos, porque con tanta desigualdad y pobreza en el país, algo no está funcionando. Hoy se habla mucho de “calidad de la educación” dentro de los nuevos proyectos de modernización educativa, pero Guevara Niebla nos advierte que “…Las palabras calidad educativa no abarcan necesariamente la educación cívica, no abarcan la necesidad o la obligación del profesor de formar niños autónomos, autosuficientes, críticos, libres, etc. Calidad es una palabra que viene de la economía y que se refiere sobre todo a los aspectos técnicos e instrumentales de la educación” (Guevara, 2005).

Este enfoque gerencial y tecnocrático no sería la vía para sentar las bases de un nuevo sistema educativo alternativo. Suena más a un esquema de control foucaultiano, donde las políticas y técnicas de ordenamiento escolar que vienen desde los centros de mando y que se deben hacer efectivas entre maestros y alumnos, son las reglas de oro de la calidad y excelencia educativa.

La democracia como forma de vida

La democracia no debe ser vista sólo o únicamente como un método de elección de representantes, es decir, un sistema jurídico-electoral donde la participación de los ciudadanos sólo se limita a ir a depositar su voto el díade las elecciones.

La democracia debe ser vista como “una forma de vida” en toda la extensión de la palabra, esto quiere decir que debe estar presente en todos los microespacios de la sociedad. Desde el seno de nuestros hogares, hasta el trato patrón-empleado, todas las relaciones sociales deben estar permeadas por los valores de la libertad, la responsabilidad, la igualdad, tolerancia, justicia, el pluralismo y la participación ciudadana (Salazar y Woldenberg, 1997).

En este proceso de construir la democracia como forma de vida el factor educación es central, sobre todo cuando una generación trasmite a otras aquellos valores que considera esenciales para seguir reproduciéndose de forma segura. Por ello los ciudadanos adultos no podemos olvidar esta tarea de apoyar no sólo a los hijos, sino también a sus maestros, Guevara niebla lo plantea de la siguiente manera: “En una sociedad democrática, los ciudadanos adultos además de elegir a sus gobernantes tienen derecho a decidir cómo se va a educar a la nueva generación de ciudadanos, si los ciudadanos adultos volvemos la espalda a esa obligación y ese derecho, la facultad de educar a los nuevos ciudadanos se diluye y eso es lo que está ocurriendo en México, los ciudadanos no nos damos por enterados de la obligación y el derecho que tenemos de educar a los ciudadanos.

Los padres de familia dejan a los niños en la escuela a las ocho y los recogen a la una, pero se preocupan muy poco por saber qué les enseñan, qué están viviendo, qué valores están adquiriendo, qué conocimientos, etc., y mucho menos se responsabilizan de apoyar la vida escolar y de ayudar a resolver los problemas de la escuela; en consecuencia tenemos una ciudadanía que no está cumpliendo su responsabilidad ni ejerciendo su derecho de educar” (Guevara, 2005).

El ejemplo que nos pone Guevara Niebla es ilustrativo de cómo podemos contribuir a que la democracia sea una forma de vida muy real y cotidiana.

Conclusión

Concluyo citando nuevamente a Savater: “Muchas veces he dicho que la educación es el instrumento para luchar contra la fatalidad social, contra esa fatalidad que hace que el hijo del pobre siempre tenga que ser pobre, que el hijo del ignorante siempre tenga que ser ignorante.

La educación, precisamente, lucha contra esto, produce un cambio y permite que la fatalidad social se rompa, y eso es lo que el Estado tiene que garantizar, que la educación llegue a todo el mundo, que los profesionales de la educación estén tratados de una manera digna, que tengan los elementos necesarios” (Savater, 2005).

Es verdad, si no logramos romper el círculo vicioso de pobreza e ignorancia, jamás lograremos que nuestros pueblos sean democráticos, es decir, que no sólo participen en los procesos de selección de sus gobernantes y se interesen por los asuntos públicos, sino que también, tengan acceso a una vida digna, con empleos y salarios justos. No se puede concebir la democracia electoral, sin la democracia social.

Bibliografía

Chomsky Noan y Heinz Dieterich (1997) La sociedad global.

Educación, mercado y democracia. Joaquín Mortiz. México.

González Casanova Pablo (2001) La Universidad necesaria en el

siglo XXI. Siglo XXI. México.

Guevara Niebla Gilberto, Conferencia Magistral. Foro Internacional

“Educación, política y democracia”, Feria Internacional de

Libro Universitario de la Universidad Veracruzana 12 de

Septiembre de 2005.

Ornelas Carlos (1997) El sistema educativo mexicano. FCE. México.

Savater Fernando, Conferencia Magistral. Foro Internacional

“Educación, política y democracia”, Feria Internacional de

Libro Universitario de la Universidad Veracruzana 13 de

Septiembre de 2005.

Salazar Luis y José Woldenberg (1997) Principios y valores de la

democracia. Cuadernos de Divulgación de la Cultura

Democrática. Núm. 1, IFE.

www.escuelasecundaria.dnsalias.com

lunes, 10 de noviembre de 2008

ENSAYO sobre Marx


Revisión sobre el concepto de
enajenación en los manuscritos de Marx


Anel Alfaro Alvarado
Medico y Estudiante de la carrera de Sociología
de la Universidad Veracruzana


Introducción

Durante el transcurso de mi formación académica, desde el nivel básico hasta el nivel superior, sólo llegaron hasta mí fragmentos y retazos de las discusiones y críticas sobre las obras de Karl Marx, pero en ninguna clase se nos explico académicamente quien era este tal Marx, que con sus escritos ha llegado a dividir el pensamiento moderno en dos bandos contrarios, mucho menos nos hablaron de las tesís desarrolladas por el y de que forma tan estrecha concierne a casi todos los ámbitos de nuestra sociedad. Es hasta estas alturas que se me presenta la oportunidad de tener un contacto mas cercano con los escritos de este hombre que llego a describir las circunstancias económicas, políticas y sociales en los inicios del capitalismo. Este contacto surge en el marco de mi formación básica en la sociología; lo que me lleva a cuestionarme ¿hubiera llegado a leer a Marx directamente, si me hubiera conformado con mi primera formación profesional? ¿No se supone que el profesional de cualquier área debe contar con una amplía gama de conocimientos respecto al devenir histórico, económico y social en el que se desenvuelve? Es más, en esta licenciatura, ramo de las ciencias sociales, encuentro una estreches de tiempo para el estudio de autores tan importantes que tienen tanto que decir, tanto que mostrarnos para despertar en nosotros el conocimiento del desarrollo de nuestra sociedad y para formarnos un pensamiento crítico respecto a los acontecimientos en los que participamos de alguna u otra forma como seres sociales.


Creo que todos los estudiantes, desde el nivel medio de educación deberían contar con las opciones olvidadas o censuradas, de los pensadores que, como Marx, nos ofrecen para comprender el sistema social en el que vivimos. Pero como el mismo Marx nos diría, este sesgo en la información educativa, que pertenece a una estructura del Estado, es el resultado de la ostentación ideológica de la clase dominante para mantener a las masas enajenadas, para continuar con la explotación y brutalidad de la gran mayoría de la humanidad en beneficio de unos pocos, convirtiéndonos en poco mas que títeres consumistas, malgastando la vida sin un propósito y fin que realmente nos pertenezca.

En este trabajo revisaré el concepto de enajenación, de Marx, en los manuscritos económicos y filosóficos de 1844. Siendo impresionante el hecho de haber comprendido la separación que el hombre padecía, primeramente de sus medios de producción, a lo cual Marx llama la actividad esencial, para continuarse con la separación de todo cuanto le rodea y de sí mismo. Mas impresionante es el hecho de que este separamiento del hombre respecto a su naturaleza humana y a su potencial humano continua con mayores bríos en la sociedad actual, en la que los hombres no son mas que consumidores de mercancías, absolutamente innecesarias, con la falsa creencia que el poseer objetos materiales provee de la identidad y consolidación como ser humano, es decir, vivimos en un mundo en que el valor como persona esta condicionado con la cantidad de objetos materiales poseídos; tanto tienes: tanto vales.


En el marco de esta sociedad consumista nos encontramos con problemáticas emergentes; los índices de suicidio van en aumento en la población mundial, la infelicidad e insatisfacción son el pan de cada día, surgen tribus urbanas en un intento desesperado de la juventud mundial por obtener una identidad que les proporcione un espacio de representación y pertenencia en la sociedad, sin hablar de las condiciones de extrema pobreza y explotación en la que viven aproximadamente dos terceras partes de la población mundial y el terrible e irreparable daño que en esta lucha por tener mas le causamos a la naturaleza y al planeta en el que habitamos.

Iniciamos con una escueta biografía de Marx, para contextualizar el marco socio-histórico que le llevo a estudiar la estructura capitalista y la forma en la que esta incide en el hombre, por lo que únicamente mencionamos sus actividades hasta el año de 1845, fecha en la que plasma los fundamentos de su concepción de enajenación en los Manuscritos Filosóficos. Aunque este concepto fue madurando a lo largo de su obra.
El concepto de enajenación de Marx, y su desarrollo, nos da las armas necesarias para explicar el porque de muchas de estas problemáticas, para entender que tan separados estamos de nuestra propia naturaleza, proveyéndonos de igual forma de armas críticas para enfrentarnos al derrumbamiento de nuestro ser esencial, del fin de nuestras potencialidades humanas.
Esperemos que no este muy lejos el día en que ….. para variar se pueda intercambiar amor por amor…..
(Marx)


Biografía

Karl Heinrich Marx (1818-1883). Nació el 5 de mayo de 1818 en la provincia Prusiana de Tréveris, actualmente Trier, Alemania. Fue el tercer hijo de siete hermanos, de Herschel Mordechai y Henrietta Pressburg[1], familia con una larga ascendencia de rabinos judíos de clase media; su padre ejercía la abogacía y en 1824 se vio en la necesidad de convertirse al protestantismo para conservar el cargo administrativo que desempeñaba en la administración de Renania, como Consejero de Justicia, y que era la única forma de encontrar una plena aceptación social en la sociedad Alemana burguesa de aquel tiempo.

Aunque se podría decir que Marx creció con una educación burguesa liberal bajo el cristianismo, las arraigadas tradiciones hebreas formaron parte importante de su formación.
En Tréveris curso sus primeros estudios como bachiller y se vio fuertemente influenciado por el barón Ludwig von Westphalen, amigo y vecino de su familia, por medio de quién conoció las diferentes ideologías revolucionarias, principalmente las de Saint-Simon. Marx se enamoró de la hija del barón: Jenny von Westphalen, con quien años más tarde (1843) contraería matrimonio.


Estudió derecho en la Universidad de Bonn, en donde llevaba una vida estudiantil un tanto disipada, por lo que bajo el consejo de su padre se trasladó a la Universidad de Berlín para continuar sus estudios de Derecho, a los que fue sustituyendo gradualmente por estudios de Historia y Filosofía. Es en este tiempo en donde Marx estudia a Hegel y los postulados del filósofo bajo el idealismo alemán. En el año de 1841 se gradúa como Doctor en Filosofía por la Universidad de Berlín con la tesis titulada: diferencia entre la filosofía de la naturaleza de Demócrito y la de Epicuro.
Marx se unió al Club de Doctores, haciéndose amigo de Bruno Bauer. Del Club de Doctores surgió el movimiento de los Jóvenes Hegelianos, quienes intentaban implementar la filosofía de Hegel, despojándola del término de idea absoluta.


En esta época la situación política en Alemania incidía directamente en el debate intelectual, pues Federico Guillermo IV apoyaba la censura, obligando a los escritores a no escribir o publicar las condiciones sociales que se vivían. Marx reaccionó ante esta coartación de “la libertad de expresión” escribiendo un artículo contra la censura prusiana. En 1842 empieza a colaborar con su amigo Bruno Bauer en la gaceta Renana; actividad que le puso en contacto directo con la problemática política y social de su país, y desde donde por medio de sus artículos, evidenciaba la situación de opresión hacia la clase más desprotegida de la sociedad. Llegó a convertirse rápidamente en el redactor en jefe de la gaceta, pero esta fue suspendida por orden de la autoridad. Ante esta situación de intolerancia, Marx adquiere una actitud crítica ante la teoría del Estado de Hegel, y se vuelca a estudiar la filosofía religiosa, especialmente a Ludwing Feuerbach y su Esencia del Cristianismo; lectura que le lleva a crear sus primeras generalizaciones acerca de la naturaleza humana y lo hacen desarrollar el concepto de enajenación.


En el tiempo en que era director de la Gaceta Renana, Marx recibió la visita de un joven comunista, Friedrich Engels, quien al ser hijo de un fabricante renano, estaba familiarizado con el funcionamiento de las fábricas de textiles y de las deplorables condiciones del naciente proletariado alemán, lo que hacía de Engels un joven rebelde y reaccionario contra el capitalismo (Giner, 1982). El encuentro entre Engels y Marx fue corto y frío, y después del cual, Engels partió a Manchester, Inglaterra para hacerse cargo de una fábrica textil de su padre. En esta época Inglaterra atravesaba el Victorianismo temprano, en el cual existían tensiones de clases por el asentamiento de la sociedad surgida de la primera revolución industrial, y se experimentaba un gradual crecimiento en la economía inglesa (Canales,….).
Después del cierre de la Gaceta Renana, Marx decidió partir a París en compañía de su ya esposa Jenny, pues aquí se editaban los Anales Francogermanos, en los que colaboraba junto con Arnold Ruge, y de la cual sólo se publicara un número, por la fuerte presión del Gobierno Prusiano al Gobierno Francés para que la cerrara.


En París, Marx establece contacto con el movimiento socialista francés, por medio de Proudhon y Louis Blanc, dos de sus destacados líderes, conociendo al poeta alemán Heinrich Heine y al anarquista ruso Bakunin el cual se convirtió en fuerte crítico de Marx, pues lo consideraba autoritario. Es en París donde lee un artículo de Engels donde esté último critica a los economistas clásicos tras percatarse de las condiciones laborales Inglesas, por lo que Marx entabla comunicación epistolar, e inicia sus estudios de la economía liberal de Ricardo y Smith. En 1844, al encontrarse de viaje en París, Engels visita a Marx y gracias a la similitud y complemento de sus ideas surge una fuerte e inquebrantable amistad.
En 1845, Marx y Engels publican La sagrada familia, una obra crítica en contra de las posiciones idealistas defendidas por Bruno Bauer y sus seguidores. Este mismo año Marx es expulsado de Francia trasladándose a Bruselas, donde continúa con su actividad política e intelectual plasmada en la Tesis sobre Feuerbach y en La ideología alemana, escrita ésta en colaboración con Engels, siendo publicada hasta 1932, pero que contiene los elementos fundamentales de la concepción materialista de la historia y los principales análisis de la naturaleza de la alienación humana.

Alienación o enajenación

Para Marx, la enajenación es una condición económica y social producto de la sociedad de clases, en particular de la sociedad capitalista en la cual el proletariado se encuentra separado de los productos de su trabajo; esta alienación no sólo se limita a la actividad productiva, sino que se extiende a la enajenación del producto, de los compañeros de trabajo y al potencial humano.
Althusser distinguió dos etapas en el trabajo intelectual de Marx; el primero, denominado como la etapa de juventud, se centra en el estudio de la alineación del trabajador, con bases ideológicas y filosóficas; mientras el segundo, llamado de madurez se enfoca en los estudios económicos e históricos. Althusser toma como punto de ruptura entre estas dos etapas la creación de la Ideología Alemana y la tesis sobre Feuerbach en el año de 1845[2]. En la actualidad esta postura se encuentra debilitada puesto que las diversas interpretaciones de los escritos de Marx señalan que nunca perdió de vista como el capitalismo afectaba al actor (Ritzer, 2001); siendo el concepto de enajenación parte fundamental de la totalidad de su obra.

Pero, ¿De dónde surge el concepto de enajenación?
El primero en utilizar el concepto de enajenación o alienación fue Hegel, para quien enajenación consistía en negar una realidad inicial, en donde la idea se negaba como tal y devenía en cosa (Robles, 2007:48). Posteriormente Feuerbach, (discípulo hegeliano) plantea el problema de la alienación en su obra La esencia del cristianismo y en donde la alienación consistía en la deshumanización o negación del ser humano creando un ser sobrehumano, Dios. De esta forma el ser humano se convierte en algo extraño para sí mismo, imponiéndose el producto de su objetivación como la verdadera y única realidad, a la que debe someterse (Robles, 2007:54).
Marx parte de la noción de alienación de Feuerbach para crear su interpretación de la enajenación, extendiéndola a todos los ámbitos de la actividad humana.
Para Marx la actividad esencial del ser humano es la producción de bienes para satisfacción de sus necesidades; el producir es lo que diferencia al hombre de los animales, pues el producir es transformar la naturaleza, modificarla de acuerdo a las necesidades del hombre. Por lo tanto el trabajo libre es la actividad por medio de la cual el hombre expresa su esencia humana y en la cual, desarrolla sus potencialidades. El hombre es un ser objetivo, puesto que existe en un mundo real y el mismo es un ser concreto que se encuentra en la realidad con objetos y con otros como él, en donde lo social es inherente a la condición humana; es un ser natural pues posee fuerza, facultades naturales e impulsos; es un ser corpóreo y se expresa a través de objetos reales y sensibles, al ser corpóreo es sensible y suficiente, ya que vive sus carencias; tiene conciencia de sí como especie y tiene temporalidad y una historia por que se hace a sí mismo; es ser genérico, puesto que tiene facultades y aptitudes de lo que fue, es y será bajo diferentes circunstancias sociales. Así, mientras el animal puede y debe ser considerado en la naturaleza, el hombre en cambio debe ser considerado en la historia.


Como vemos, el hombre tiene la posibilidad de hacerse a sí mismo, sin embargo esta condicionado por las circunstancias socio-históricas que lo determinan. El hombre nace perteneciendo a una sociedad determinada, que resuelve su existencia de un modo también determinado, de esta manera el se incorpora a un escenario preexistente.
En la sociedad industrial, el trabajador no controla el producto de su trabajo. El producto en el que se objetiva su trabajo no le pertenece, convirtiéndose así en algo extraño, ajeno al trabajador: su actividad transformadora no le pertenece, no es considerada como suya, sino que deviene propiedad de otro…el objeto que el trabajo produce, su producto, se enfrenta a él como un extraño, como un poder independiente del productor... el trabajador se relaciona con el producto de su trabajo como con un objeto extraño… (Marx).
Aún mas, conforme el producto del trabajo se convierte en mercancía, también el trabajo y el trabajador se convierten en mercancía, despojados de los medios de producción los trabajadores no tienen otra cosa más que vender que su fuerza de trabajo.


El trabajo se convierte, pues, en una actividad alienada y alienante, cuando los seres humanos producen objetos sobre los cuales ya no ejercen ningún control, que no ponen de manifiesto su humanidad, ya que no resultan de su libre actividad, actividad que ya no les pertenece porque le pertenece a quien haya pagado su salario, y de la que son despojados. De esta manera es el capitalista el que, con la apropiación del producto, se apropia de la actividad de los demás, resultando para ellos una actividad enajenada, alienada. Además, el objeto producido se vuelve contra su creador, puesto que sirve para enriquecer al capitalista y aumentar su poder sobre el proletario por medio de la plusvalía; al olvidar los actores que es su trabajo el que confiere valor a las mercancías y al mercado, se les confiere una realidad objetiva independiente, externa y coercitiva, a lo que Marx llamó Fetichismo de las mercancías. Los seres humanos en vez de relacionarse entre sí cooperativamente lo hacen competitivamente. El amor y la confianza mutua se ven reemplazadas por el comercio y el intercambio de y como mercancías. Los seres humanos no reconocen en el otro una naturaleza humana común: ven a los otros como instrumentos para satisfacer sus intereses egoístas. Las relaciones sociales son ahora tratadas como relaciones entre cosas, volviéndose una mercancía más en el sistema capitalista; son Rectificadas, adquiriendo las características de ser universales, absolutas y naturales Al creer el trabajador que el capitalista o el patrón tiene derecho para obtener plusvalía de su trabajo, así como el derecho de posesión de los bienes de producción, se lleva acabo la enajenación ideológica.

La ideología es una falsa conciencia, una representación inadecuada de la realidad a fin de que los explotados consideren naturales y por tanto justificables e inevitables sus condiciones de vida. La clase dominante manipula a la clase trabajadora por medio de la ideología, con el fin de continuar con la explotación de su fuerza de trabajo y reduciéndola en consumidor de las mercancías producidas por el, pero que ya no le pertenecen.
El llevarse acabo la enajenación del trabajador de sus medios de producción, está se extiende a todos los niveles de la vida humana, en la cual el hombre se convierte en poco más que un animal, ocupando su fuerza de trabajo en actividades monótonas, dependientes de las maquinas; desechando sus potencialidades creadoras para lograr obtener un salario con el cual solo podrá solventar sus necesidades primarias, sin poder desarrollar sus potencialidad humana; los hombres dejan de ser creativos, orientándose a la posesión de objetos como un intento de suplir la infelicidad que los agobia.
….el hombre (el trabajador) sólo se siente libre en sus funciones animales, en el comer, beber, engendrar, y todo lo más en aquello que toca a la habitación y el atavío, y en cambio en sus funciones humanas se siente como animal. Lo animal se convierte en lo humano y lo humano en animal…
(Marx en Ritzer, 2001:187)

Para Marx la consecuencia natural del sistema capitalista sería el comunismo; sistema en el cual, en la comunidad con otros individuos, cada individuo tiene los medios para desarrollar en todos los aspectos sus capacidades. Esta sociedad no gobernara a los individuos, puesto que es en sí los individuos concretos en sus relaciones sociales. Cuando el hombre real e individual se convierta en ser genérico, entonces se llevara acabo la Emancipación.
Al ser la alienación la ruptura estructuralmente impuesta de la interconexión total y natural, el comunismo restablecería las interconexiones destruidas por el capitalismo. Pero este cambio tendría que ser producto de la acción concreta; el proletariado no puede quedarse esperando pasivamente a que el capitalismo se desplome, tiene que actuar para que la transición al socialismo se lleve acabo. La única manera de superar la enajenación es cuando los trabajadores decidan abolir colectivamente su separación de la propiedad y el control de los medios de producción, y usen este control para abolir el mercado y lo reemplacen con una planificación consciente que permita satisfacer las necesidades humanas. Es en esa sociedad donde ocurrirá la especialización del hombre de acuerdo a sus potencialidades humanas, en donde el trabajo se convertirá en extensión de las capacidades creativas; el trabajo dejará de ser un hecho coercitivo proviciador.


La acción concreta forma parte fundamental de la obra de Marx, en marcada oposición con los postulados de Hegel, para quien todo se consideraba en un plano abstracto, en el mundo de las ideas.
..Los filósofos, hasta el momento, sólo han interpretado el mundo en diversas maneras; el punto es transformarlo....
¿En qué consiste, entonces, la enajenación del trabajo? Primeramente en que el trabajo es externo al trabajador, es decir, no pertenece a su ser; en que en su trabajo, el trabajador no se afirma, sino que se niega; no se siente feliz, sino desgraciado; no desarrolla una libre energía física y espiritual, sino que mortifica su cuerpo y arruina su espíritu. Por eso el trabajador sólo se siente en sí fuera del trabajo, y en el trabajo fuera de sí. Está en lo suyo cuando no trabaja y cuando trabaja no está en lo suyo. Su trabajo no es, así, voluntario, sino forzado, trabajo forzado. Por eso no es la satisfacción de una necesidad, sino solamente un medio para satisfacer las necesidades fuera del trabajo. Su carácter extraño se evidencia claramente en el hecho de que tan pronto como no existe una coacción física o de cualquier otro tipo se huye del trabajo como de la peste. El trabajo externo, el trabajo en que el hombre se enajena, es un trabajo de autosacrificio, de ascetismo. En último término, para el trabajador se muestra la exterioridad del trabajo en que éste no es suyo, sino de otro, que no le pertenece; en que cuando está en él no se pertenece a si mismo, sino a otro. (...) Pertenece a otro, es la pérdida de sí mismo.
(Marx, Manuscritos Filosóficos)

Bibliografía
Ritzer, George
2001 Teoría Sociológica Clásica Macgraw-Hill
Canales, Esteban
Giner, salvador
1982 Historia del pensamiento social L.5, c.V, 3, ed. Ariel, Barcelona.

Marx, karl
Manuscritos económicos y filosóficos (1844, publicado póstumamente en 1932)
Tesis sobre Feuerbach (1845, publicado póstumamente)
http://www.wykipedia.com/
http://www.webdianoia.com/contemporanea/marx/marx_ejer.htm
[1] http://www.wikypedia.com/
Fotografía tomada de guestofaguest.com/.../

martes, 4 de noviembre de 2008

ARTÍCULO sobre formas de invasión norteamericana


Ampliando las fronteras Vs. Construyendo lo inimaginable

Por: Nancy Alejandra Ortiz Ochoa, Educadora y Socióloga


El filósofo Luis Villoro en su libro El pensamiento moderno hace una descripción detallada sobre las concepciones filosóficas que se van modificando a través de la historia de la modernidad. Como el concepto del hombre, el alma, la ciencia y la historia. También nos describe como fueron surgiendo en la modernidad diferentes concepciones que anteriormente no estaban contemplados en el imaginario colectivo de la gente, tal es el caso del concepto de Cultura, donde se comienza a ver al hombre como un ser creador.

Villoro nos dice que en el pensamiento moderno el hombre tiene una naturaleza indefinida, pues no tiene un lugar ni un sitio en el orden de las demás cosas, sino que tendrá el lugar y el sitio que él se proponga obtener y elegir el modo que le plazca vivir, en contraste con la edad media donde todo estaba estrictamente ordenado por una sola persona “Dios”.

Un rasgo de la modernidad es el individualismo. Es decir, vivir el ahora, bajo las condiciones que me plazca sin pensar en las consecuencias que esto podrá tener. Todo esto bajo la bandera del orden y el progreso.

En la modernidad el hombre se realiza a sí mismo. Como Dios creando un mundo nuevo, el hombre hace uso de la historia, la ciencia y el conocimiento para desarrollar un mundo inimaginable. Creador de una segunda naturaleza, el mundo es considerado moldeable, transformable en instrumento por el arte y la técnica. El pensamiento moderno sustituye la fe por la razón. El hombre crea a Dios.

Un ejemplo de pensamiento moderno en la actualidad lo podemos encontrar en los nuevos colonizadores. Ciudadanos Estadounidenses apropiándose de costas mexicanas para construir lo imposible, sin importar las adversidades que se presenten ni las futuras consecuencias. Los constructores de estos nuevos colonizadores ya tienen una respuesta bien formulada para los cuestionamientos que se les presenten; confían en su capacidad creadora, en la técnica y la ciencia, anteponiendo sus deseos al orden natural de las cosas, desplazando su geografía para instalarse donde mejor les plazca.

“Al bajar la árida sierra de la Giganta hacía el Mar de Cortés –puros peñascos y arenales caldeados-, de pronto se recibe un fuerte golpe visual: es el verdor de un extensísimo campo de golf que bordea las aguas de una bahía, un verdor salpicado por los colores intensos de lujosas residencias. No es ningún espejismo del desierto… es Loreto Bay, la más acabada expresión de los desarrollos para estadounidenses que proliferan en las costas peninsulares” (PROCESO 1642)

Para The New York Times, Estados Unidos había recorrido su territorio hasta Loreto Bay, afirmaba en un reportaje titulado “La nueva frontera de México” y complementaba “tiene los elementos más básicos de la naturaleza, sol y agua, roca y arena, lo vertical y lo horizontal”.

Los “desarrolladores estadounidenses” adquirieron 8 mil hectáreas de costa mexicana en Baja California Sur, para levantar Loreto Bay, una lujosa zona residencial donde se edificarán 6 mil residencias estilo “colonial Español”, actualmente ya han construido algunas, las cuales están rodeadas por calles adoquinadas, camellones empastados, palmeras, arroyuelos y lagos artificiales que son cruzados por puentes de tablones, plantas de ornato, campos de golf, cancha de tenis y un moderno hotel. La población que está comprando éstas casas es estadounidense un 70%, las residencias tienen un valor que va de los 700 mil hasta 1 millón 400 mil dólares.

“No hay por qué preocuparse. Loreto Bay será el proyecto sustentable más grande de todo México. Tendrá una planta desaladora para convertir en dulce el agua del Mar. Está bien planificado el crecimiento demográfico que se vendrá. Y contribuiremos a la cultura del reciclaje en toda la zona” explica Amyra López, gerente de proyectos especiales de Loreto Bay a la revista proceso.

Para muchos ecologistas Loreto Bay no es natural, todo es ficticio, y dicen “Cuándo ha visto usted esas extensiones de césped en el desierto ¡Nunca! Aquí hay escasez de mantos acuíferos. De dónde sacarán el agua para seguir dándole mantenimiento a ese aparatoso campo de golf, o para mantener a los nuevos miles de pobladores” los ecologistas hablan sobre las plantas desaladoras y opinan “…resultan costosísimas, por lo que elevan los precios del agua hasta cinco veces. Y además dejan los residuos de la salmuera en cantidades proporcionales al agua desalada. ¿Qué harán con la salmuera? Pues si la tiran al mar, van a crear una super salinidad que destruirá a las especies marinas (…) las áreas empastadas que crean estos desarrolladores ocasionan muchos daños ecológicos. Las mantienen verdes no sólo con agua, sino con gran cantidad de fertilizantes, son áreas con bastantes plagas y requiere mucho pesticida. La zona costera no tiene capacidad para afrontar todo lo que se viene. Provocaran una catástrofe ecológica en manglares, esteros, ojos de agua, islas e islotes, para lo único que será sustentable, pero económicamente, será para los empresarios.”

Al parecer el siglo XX no fue suficiente para mostrarnos lo peor del pensamiento moderno. Pues si bien es cierto que la modernidad nos ha traído, entre otras cosas, mucho lujo, comodidades y confort, también es cierto que nos ha traído desigualdad, miseria, guerras y mucha contaminación. El pensamiento moderno no siempre signfica en la realidad progreso para todos.


Fuentes consultadas

Villoro Luis, El pensamiento moderno, Fondo de Cultura Económica, S.A. de C.V., 1992.

Proceso, la invasión Yanqui, 2008, No. 1642

//travel.nytimes.com/2007/08/31/travel/escapes/31break1.html?fta=y

Foto: //www.loretomexico.com/loreto/hotels/Inn%20at%20Loreto%20Bay.jpg